1. La triste cagalera
2. Harto
3. Date por disimulao
4. ¿A dónde va el finado?
5. Quien le mece la hamaca
6. La verdad vencida
7. Horizontes
8. Colosal Colofón
9. Una duda razonable
10. Solo heridas
11. Nadie sabe el paradero
Rosendo Mercado – Cantante, Guitarra
Mariano Montero – Batería
Rafa J. Vegas – Bajo
Muy poco que comentar de este trabajo. Sigue con el sonido de los anteriores álbumes, lo cuál no es una sorpresa pues Rosendo Mercado es Rosendo Mercado, quiero decir que su música es personal como su voz y sus riffs básicos. Según los productores puede cambiar de orientación más o menos, pero son pinceladas de estudio que no añaden gloria a su discografía.
Repite con su equipo de siempre, quizás el músico que más años le acompañó en su carrera es su fiel bajista, Rafa J. Vegas, no se va a llevar él todo los focos. Lo que sí hubo en este trabajo es una labor de promoción mucho mayor, el álbum viene en una edición bastante cuidada y Rosendo cuando saca disco siempre sale en algún artículo haciéndole mención en un periódico importante, no todos tienen esa suerte.
Con el paso de los años cada vez valoro menos la importancia musical de Rosendo que me parece mínima, al menos en cuanto a su carrera en solitario se refiere, exceptuando su primer álbum que es muy bueno, su importancia musical se reduce a ese primer álbum en solitario a su fugaz paso por Ñu y sobre todo a los tres álbumes con Leño que son tan fundamentales como básicos para cualquier amante de la música, los Leño son historia viva de nuestro país.
Ahora bien, lo que sí me parece fundamental de Rosendo Mercado es su importancia en la historia de la música de nuestro país y no como músico y eso es lo realmente curioso. Él es un superviviente nato que estuvo en las décadas fundamentales de este país, vivió la dictadura, la transición, la democracia o amago de ella, el choriceo general que se traen entre manos a día de hoy todos los políticos, la sonrojante invasión a Irak, las desapariciones misteriosas de chicas en los noventa… temas tabús de la sociedad española. Él lo vivió todo y dejó constancia de ello en las letras de sus temas y esa es la importancia, casi diría vital, del señor Rosendo Mercado, su contribución a la música.
Más que un músico (que por supuesto que lo es y muy arraigado, es un cronista de la sociedad española y en este álbum nos encontramos con el Rosendo más asqueado con la política de este país, es pura bilis. En cuanto a la orientación musical, quizás los temas son más lentos y hay como siempre alguna ridiculez de los productores que le hacen una incursión al hip hop que me recuerda a la que hizo Obús en su día, musicalmente es un disco flojo pero sus letras tienen un gran valor.