ROSENDO – Loco por Incordiar (1985)

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1. Agradecido
2. Corazón
3. Y Dale
4. Callejones
5. Locos por Incordiar
6. Me gusta así
7. Pan de higo
8. Crucifixión
9. Buenas Noches
Rosendo Mercado – Cantante, Guitarra
Sergio Castillo – Batería
Tato Gómez – Bajo
Andreas Schidmgen – Teclados
Carlos Narea – Batería
Rosendo Mercado anuncia gira de despedida, vamos a rendirle un homenaje a este rockero de toda la vida. Formó parte de los míticos Leño, influenciado por Rory Gallagher… toda una vida en la carretera. El último disco oficial de Leño, “¡Corre, corre!”, se realizó con más medios gracias al éxito del anterior. Se grabó en Londres, contando con la producción de Carlos Narea, y en él destacan canciones como “Sorprendente” y “¡Qué desilusión!”.
En 1983 participaron en “Rock de una noche de verano”, una gira organizada por Miguel Ríos que se convirtió en un hito en la historia del rock en español, al poner en marcha una serie de conciertos por toda España utilizando grandes medios de sonido y luz. En otoño de 1983, cuando estaban en su momento de mayor éxito, el grupo decidió separarse. Algunos problemas con su anterior discográfica (Zafiro, a la que pertenecía Chapa Discos), retrasaron hasta 1985 la salida del primer disco en solitario de Rosendo, “Loco por incordiar”, editado por RCA, grabado en Alemania y producido por Carlos Narea. Fue el momento de más éxito comercial de su carrera, gracias a canciones como “Agradecido”, “Pan de higo” o la que da título al álbum. En cambio, “Fuera de lugar”, editado al año siguiente, suscitó reacciones negativas entre los críticos de heavy. Su último disco para RCA, “…A las lombrices”, se publicó en 1987 y fue recibido con frialdad. La producción corrió a cargo de Jo Dworniak. En este disco se incorporó al grupo el bajista Rafael J. Vegas, que ha seguido acompañándole desde entonces.
Resulta que el álbum en el que menos fe tenía Rosendo en toda su carrera, fue el mejor. No tenía fe, porque primero las discográficas querían aprovecharse del tirón que tenía el nombre de Leño y que lo editase como Leño, cosa a la que se negó. Segundo porque el tiempo pasaba y no encontraba una discográfica, tercero porque no contaba con una banda sino que tuvo que tirar de músicos de sesión, que cumplieron pero no brillaron en ningún momento y por último porque fue grabado corriendo y a prisas, hasta el punto de que tuvo que recurrir a alguno de sus amigos para terminar las composiciones, por ejemplo, Ramoncín le ayudó a poner la letra de un tema.
Con todas estas dificultades y contra todo pronóstico el álbum fue un rotundo éxito, con temas que han coreado generaciones enteras y no siempre rockeros, que conste, ahí está el éxito de Rosendo y porque él no se considera ni Rockero, ni metalero, simplemente un músico, un superviviente que lleva toda su vida con el mismo estilo, una especie de galápago milenario que es ajeno a las modas, al final lo logró, estaba loco por incordiar y nos estuvo haciendo compañía desde los setenta hasta nuestros días, lo suyo tiene mucho mérito.