ATLANTEAN KODEX – The Course Of Empire (2019)

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1. The Alpha And The Occident (Rising From Atlantean Tombs) – 2:01
2. People Of The Moon (Dawn Of Creation) – 9:01
3. Lion Of Chaldea (The Heroes’ Journey) – 6:45
4. Chariots (Descending From Zagros) – 8:29
5. The Innermost Light (Sensus Fidei) – 3:34
6. A Secret Byzantium (Numbered As Sand And The Stars) – 8:55
7. He Who Walks Behind The Years (The Place Of Sounding Drums) – 8:53
8. Spell Of The Western Sea (Among Wolves And Thieves) – 1:27
9. The Course Of Empire (All Thrones in Earth And Heaven) – 10:46
10. Die Welt von gestern (Abendland) – 2:43
Markus Becker – Vocals & Choirs
Manuel Trummer – Rhythm Guitars
Coralie Baier – Lead Guitars
Florian Kreuzer – Bass & Choirs
Mario Weiß – Battery
Los Atlantean Kodex, grupo reconocido a lo largo y ancho del planeta, que no quiere decir lo mismo que conocido, creo que se les puede considerar todavía parte del under aunque juegan en otra liga. Pero es de esas bandas que tienes la sensación de que llevan media vida a tu lado y cuando te paras a pensar… oh sorpresa, pero si este que voy a comentar es el tercer disco que sacan! Se formaron en 2005, así que tampoco llevan tantos años, lo que lleva a concluir que sus anteriores trabajos si marcaron mucho al personal y son una piedra angular el heavy épico de las últimas dos décadas.
Como no podía ser de otra forma, la gran referencia a la hora de evaluar este disco es su antecesor, el espectacular The White Goddess. Nada que añadir a todo lo que se ha dicho acerca de este álbum. Así que el listón para este tercer disco de la banda está muy alto. Por eso es importante hablar de los mimbres que tiene la banda a la hora de afrontar este reto. Siguen con un pilar básico como es Markus Becker, pero han sufrido un cambio importante en la posición del guitarra principal, con la salida de Michael Koch que es sustituido por Coralie Baier. Por supuesto, las letras van sobre mundos extraños, mitos y todas las fantasías al uso. Veamos que encierra este nuevo disco de uno de los referentes del género que bandas como Visigoth, Gatekeeper, entre otros muchos, han reconocido como una de sus principales influencias.
Empezamos con los riffs épicos de The Alpha And The Occident, recreándose en el comienzo al ralentí del tema, es la intro del disco. Luego llega People Of The Moon riffs heavys pero con las voces igualmente épicas, Markus sigue donde lo dejó, como era de esperar. El juego de guitarras tiene la influencia de bandas diversas como los Judas, pero también la garra épica de los Manilla Road. Es un tema en el que poco a poco van dando cabida a la atmósfera épica que tanto ha caracterizado a los alemanes. Un tema con un equilibrio perfecto entre épica y fuerza heavy. En este sentido tenemos punteos de todos los colores, más melódicos y con más potencia. Este tema es un viaje en sí mismo.
Lion Of Chaldea ya arranca a otra velocidad y parece destinado a ser un tema teñido de épica hasta los tuétanos. Riffs recurrentes melódicos que van dando carácter al tema al tiempo que nos lo graban en la memoria. Te va hechizando con su ritmos lento y la voz ceremonial de Markus hasta que entra el punteo con un punto más de velocidad y también de agresividad para lo que es un tema de esta épica, es la fase culminante del tema, antes de volver al estribillo. No tiene la magia de la anterior pero es el típico tema envolvente que te atrapa sin que te des cuenta.
Chariots tiene un inicio con sonido oscuros que parecen un mal augurio y el advenimiento de algún tipo de cataclismo, un arranque muy cinemático se podría decir, te puedes imaginar una de esas pelis épicas sin ningún problema. Luego llega de repente la calma y más sorpresivo todavía el cambio de ritmo para meter un tiempo heavy de riffs potentes que te harán saltar en directo. Esta capacidad para combinar lo heavy con lo épico y el toque doom de manera tan eficiente es lo que hace de esta banda germana uno de los combos más apreciados del momento. Se trata de otro tema de estructura compleja, con constantes cambios y un punteo mágico que te traslada a zonas donde sólo puede llegar la imaginación.
The Innermost Light es un breve tema que se desarrolla a un ritmo lento tirando sobre todo de sensibilidad, melodías y muchos coros, con mucho recurso a la caja en la batería, dando a todo el conjunto un tono muy épico, es un buen interludio entre temas más dados a las emociones fuertes. A Secret Byzantium destila épica, tiempos lentos, poniendo la voz en primer plano, continúa la tendencia del tema anterior. Aquí es donde los Atlantean sacan a relucir toda su genética, quiero decir que si no te va este estilo heavy épico en el que lo que prima son las voces y las melodías por encima de la potencia pues hasta es posible que acabes cayendo hasta en el sopor o el aburrimiento, por contra si lo que buscas es la épica en estado puro a lo Solstice, Candlemass o Manilla Road estarás por completo en tu salsa.
He Who Walks Behind The Years tiene un arranque folk que si bien breve marca un poco el sentido del tema, con esas melodías orientadas a la fantasía y los cuentos de mundos lejanos, mayor peso en este sentido de las guitarras que en temas anteriores y en ese sentido me recuerda un tanto a las composiciones de los últimos tiempos de los Judas, metiendo mucha melodía en las guitarras, eso le da un punto fresco y diferente que hace que este tema tenga mucho gancho, además de tener uno de los mejores estribillos del disco.
Spell Of The Western Sea es un breve interludio con voces y una melodía de fondo que nos lleva hasta The Course Of Empire que tiene un inicio heavy potente que creo que el disco venía pidiendo desde hace tiempo, quizás han metido demasiada marcheta lenta en los últimos temas y las pulsaciones han bajado demasiado, pero este tema se encarga de recuperar el pulso con una base rítmica potente, bien acompañada por riffs de la vieja escuela que te tocarán la fibra. Es el tema más largo del disco y también uno de los más heavys, si no el que más. Realmente esto es lo que llevaba esperando todo el disco, menos cadencia y más potencia, sin perder un ápice de épica, lástima que nos lo hayan escatimado a lo largo del disco.
Die Welt von gestern finaliza el disco a modo de outro o epílogo, dándole un toque futurista o space que le queda muy bien como forma de bajar el telón. La valoración es que el disco no supera ni por asomo a su obra magna, pero tampoco decepciona. Como decía al principio, cuando tienes unas expectativas muy altas lo normal es que se te quede cara de pasmado, es mejor cuando vas sin ningún tipo de pretensiones y te llevas la sorpresa. La buena noticia es que siguen manteniendo su clase, sobriedad, épica y elegancia. Lo menos bueno es que en mi opinión la voz acapara demasiado protagonismo y la parte instrumental queda en un segundo plano, díganse solos o partes ambientales que no recrean o desarrollan tanto como me hubiera gustado. Con todo, es un disco que va creciendo a medida que lo escuchas una y otra vez. La espera ha sido larga y quizás no lo debiera ser tanto, porque a veces el exceso de expectación tampoco beneficia al artista. Ahora a girar y a seguir dando pasos hacia adelante, que seguro que los fans tienen ganas de disfrutar de los nuevos temas.