ING – Victory (2019)

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01. Hallowed Be They Shame
02. American Exceptionalism
03. Covered in Hate
04. Psychosis
05. Violence Is Golden
06. Christ, It’s Satan!
07. Rich Man Dead Man
08. Homicidal Dreams
09. Immigrant Invasion
10. Chalice of Malice
11. Man from Palestine
12. Imperial China
13. Zumatopia
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Darryn Webb – Bass
Marius Theron – Drums
Henk Kruger – Guitars
Bryan Villain – Vocals, Guitars (formerly bass)
Este proyecto se empezó a gestar en la ciudad sudafricana de Durban en 1999 de la mano de dos amigos de la escuela que decidieron crear una banda, la historia de siempre repetida a lo largo de las décadas en cualquiera de los cinco continentes. Los orígenes de esta banda en el plano musical eran el Thrash Metal más agresivo pero con el paso de los años se pasaron al Death/Thrash.
Presentan su tercer trabajo tras siete años de silencio discográfico. Hallowed Be They Shame tira de mucho groove aunque no de una forma nítida y de una voz corrosiva que quizás casa más para el Hardcore y Blast Beats constantes. American Exceptionalism es un medio tiempo con la típica estructura del Thrash con pinceladas de Crossover/Hardcore en el estribillo, en esta ocasión apoyados por coros para dotar al tema de una mayor agresividad. Con el tema Covered in Hate detectamos el primer problema del álbum, ritmos repetitivos, estructura lineal y misma duración para todos los temas, sin desarrollar en el apartado instrumental.
No cambia el decorado con Psychosis donde tenemos la sensación de estar escuchando una y otra vez el mismo tema. Al menos con Violence Is Golden a pesar de que es la misma historia de siempre el riff tiene más gancho y recuerda de lejos a los Sodom en los noventa.
Hablemos de los solos de guitarra como el de Christ, It’s Satan!…. sin desarrollo alguno, apenas unos segundos se la juegan siempre con los riffs. Vuelve a aparecer el Death Metal después de estar desaparecido durante mucho tiempo con el tema Rich Man Dead Man, con algo más de ambición en la composición lo cual nos saca un poco de la zona de confort pero ese efecto dura un suspiro porque en siguientes temas como Man from Palestine o Chalice of Malice vuelven a los mismos vicios compositivos.
Dos características positivas que son la agresividad y velocidad de la banda que salvan el álbum del naufragio y las letras de protesta contra los gobiernos capitalistas y el resto pues un Thrash de lo más previsible sin técnica ni desarrollo que hace que todos los temas te acaben sonando iguales.