MIDNIGHT BULLET – Into the Fire (2019)

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1. Ain’t Dead Yet (03:10)
2. Into The Fire (03:58)
3. Rise (04:12)
4. Over the Edge (03:21)
5. One Man War (03:12)
6. Second Chances (03:27)
7. No Turning Back (04:32)
8. Break Me First (03:37)
9. Quite Whisper (03:37)
10. Morning Star (03:44)
11. One by One (03:07)
12. Leavings (03:57)
Tuomas Lahti – vocals, guitars
Mikko Nokelainen – drums
Lauri Ikonen – lead guitars
Mirko Miettinen – bass
Tercer disco que presenta esta banda de Finlandia, teniendo en cuenta que se formaron en 2009 van a una media aproximada de un disco cada tres años, no es la bomba pero tampoco es mal ratio. Según comentan, la portada del disco “bola” negra de maldad que todos llevamos dentro y que se expresa a través de distintas emociones o comportamientos como la depresión, el miedo, etc. Dicho esto vamos a examinar el apartado musical de este nuevo álbum.
Ain’t Dead Yet es un heavy tirando de groove y con su punto punk, con el vocalista también poniendo un poco la nota melódica en el estribillo, tiene garra y ofrecen una buena dosis de punteos. Into The Fire arranca con un ritmo heavy más clásico, repitiendo riff con cierto deje épico, van relajando el ritmo y dándole un carácter más melódico al tema pero con buen criterio vuelven a rescatar periódicamente el riff del inicio, el punteo con reverb y luego acelerado culmina otro buen tema. No les falta actitud a estos chicos, un punto a su favor.
Rise es otro medio tiempo tirando de groove y ambientación con un sonido a lo Alice Cooper, pero esconde sorpresa porque por medio endurecen el ritmo y se tiran de cabeza al groove. Toda la energía que ponían hasta ahora se esfuma de repente en Over the Edge, un tema con énfasis en el groove y la parte melódica pero facilón y sin chispa, primer tiro en el pie, me recuerda a las gambadas de Waters con Padden en Annihilator, cuando te metían una balada que no pegaba ni con cola. Lo tratan de salvar con el punteo pero ya es demasiado tarde.
En One Man War parece que me oyeron criticarles y suben la intensidad de la base rítmica pero sin embargo las vocales y los riffs a lo Metallica con un metal de rollo moderno pero hueco no me acaba de convencer, eso sí, en los solos no se andan con experimentos. Second Chances confirma que a medida que avanza el disco se van olvidando de la parte heavy y se meten más en el groove y en un sonido comercial más propio de bandas de rock alternativo.
No Turning Back muestra un inicio acústico que es como un paréntesis en la deriva de chándal metal que llevan en los últimos cortes, cuando entra la base rítmica se confirma que es una balada, no me acaba de tocar la fibra sensible y algún guitarrazo groove que meten por medio tampoco ayuda a ello. Eso sí el guitarra solista sigue tirando de estilo heavy clásico, pero no es suficiente para sacar los temas a flote.
Break Me First parece que recupera un poco las buenas sensaciones del principio pero me metan las partes en que el vocalista mete el estribillo melódico de rollo metal Mtv. Quite Whisper es otro corte muy comercial que tratan de disfrazar con el groove, pero al menos tiene un poco más de gancho, los riffs más vistos que el tbo. Siguen poniéndose melosos con Morning Star y la verdad es que no les pega, las cosas como son, no resultan para nada convincentes. Lo gracioso es que el guitarra sigue a los suyo metiendo punteos decentes, un desperdicio en toda regla.
A estas alturas del disco ya no me espero nada del disco, lejos queda el buen inicio del mismo, y es por eso que quizás me sorprende el metal más agresivo de One by One, ritmo potente y buen acompañamiento de guitarras, pero tienen un problema con el vocalista que parece que va por libre y en cuanto se despistan sus colegas se pone a hacer cantos de sirena que nada tienen que ver con el tema. Leavings tiene otro inicio acústico con buen desempeño en la guitarra, sin duda el punto más fuerte de este grupo, el tema es un tanto a piñón pero el vocalista se mantiene en un segundo plano y el resultado final es mejor.
Tienen un problema de identidad claro, parece como si hubiera dos cabezas dentro de la banda, por un lado la groove melódica comercial y simplona, e insulsa, que encabeza el vocalista, y por otro la más heavy clásica y purista que borda Lauri Ikonen, enhorabuena para él, pero no es suficiente para salvar el buque y el naufragio es inevitable. Detecto lucha de egos por aquí… una pena porque hay buenas tablas.