NIGHTFUCKER – Nightfucker (2019)

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01. Temptation’s Curse
02. Worthless Spirit
03. Addiction Sentence
04. Death Beset
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Adam – Bajo, Cantante
Nick – Batería
Dom – Guitarra
Los proyectos siempre suelen surgir en bolos, así se debieron de conocer estos músicos que proceden de bandas como Ceremonial Bloodbath, Moss o Radioactive Vomit. Han decidido montar esta banda en la ciudad de Vancouver. Esta es la ciudad de la diversidad étnica y cultural y considerada como una de las ciudades con mayor calidad de vida del planeta.
Esta idea se empezó a gestionar realmente en el 2008 y todo salió del cerebro de Dom, creador de Nightfucker en el 2008 y ex miembro de Moss, leyenda del Under de Sludge/Drone, pues digamos que Nightfucker sigue los pasos creativos de Moss.
Debutaron con una demo en el 2011 pero dejaron su proyecto aparcado porque son músicos que tienen varias bandas a la vez, lo típico dentro del Underground. Retomaron Nightfucker cuando recibieron la oferta del sello Sentient Ruin Laboratories para editar este, el que será su primer larga duración.
Temptation’s Curse tiene un buen arranque, al menos una buena tonalidad en el fuzz de la guitarra, muy clásico. La esencia del Doom pero todo orientado hacia un Drone/Sludge que se va apagando poco a poco a medida que el ritmo de batería se va haciendo más lento, hasta finalizar como dije dentro del Drone. Arranca prometedor el tema pero acaba aburriendo por su monotonía y falta de garra.
Grief, Noothgrush, Eyehategod, Burning Witch, Corrupted, Goatsblood, Winter, Melvins, Leechmilk… son algunas de las influencias que presenta esta banda. Worthless Spirit es más sugerente que el anterior tema, al menos aporta más a todos los niveles. Empezando por el ritmo de la batería tribal que le da un aire diferente al trabajo, pasando por el riff, tan clásico como siempre, pero de una tonalidad tan oscura que casi sin proponérselo rozan el Death/Doom más añejo.
Siempre apostando por temas de larga duración, en el caso de Addiction Sentence, este es un tema que arranca con “ruidismo” es decir, distorsión total, jugando con el Noise/Drone que son elementos que aparecen en el trabajo pero no tienen excesivo protagonismo y deberían tenerlo un poco más al menos, porque veo a la banda algo timorata en cuanto a composición se refiere, de hecho, este es el único tema en el cual arriesgan algo.
Death Beset cierra el trabajo con sus once minutos y medio de tema. De nuevo las mismas cartas sobre el tapete. Un Sludge muy blando, clásico y con escaso recorrido, siempre con esa tonalidad oscura y clásica del Doom como telón de fondo, rozando como mucho el Death/Doom de los Winter pero con monotonía y muy poco riesgo, es lo malo del trabajo, que debido a su falta de creatividad y garra, pese a las tablas que atesoran como músicos, pues se acaba resintiendo el resultado final.