OPETH – In Cauda Venenum (2019)

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1. Livets Tradgard
2. Svekets Prins
3. Hjartat Vet Vad Handen Gor
4. De Narmast Sorjande
5. Minnets Yta
6. Charlatan
7. Ingen Sanning Ar Allas
8. Banemannen
9. Kontinuerlig Drift
10. Allting Tar Slut
Mikael Åkerfeldt – Guitars, Vocals
Martín Méndez – Bass
Martin Axenrot – Drums
Fredrik Åkesson – Guitars
Joakim Svalberg – Keyboards
¿Opeth? No necesitan presentaciones así que vamos al grano. No es un doble álbum, simplemente han tenido una idea, hacerlo en sueco y en inglés, sin más historia. Para el que se esperase una vuelta al Death técnico… no amigos, esos tiempos no volverán nunca más me da a mí la impresión y vaya si los echamos en falta.
Ahora están metidos en otra guerra, el Rock progresivo de corte setentero, que como grandes músicos que son, aunque no destacan tanto como el Death técnico también se les da bien. ¿Evolución de estilo o cambio repentino? eso es un debate más bien para nuestra sección opiniones enfrentadas que realizaremos en breve.
Livets Tradgard es una intro ocultista, cinemática, atmosférica…. lo que tanto se lleva hoy en día, flipante lo que es capaz de hacer su teclista y las texturas que recrea. Si ellos tienen un punto fuerte como banda de rock progresivo que son a día de hoy esas son las partes acústicas que siempre son ambientales y de bella factura como la de Svekets Prins pero antes de llegar a esa parte es que hay mucha más tela que cortar.
Un ritmo de batería realmente potente y asfixiante en Hjartat Vet Vad Handen Gor donde nos regalan su clase habitual. Ojo a ese teclado en combinación con la guitarra porque desde el Jazz Fussion que siempre suelen tocar por momentos, pasando por el Proto Metal y Occult Rock de los setenta en su versión más oscura, es uno de los temas más brillantes que han compuesto en toda su carrera y eso ya son palabras mayores pero si hay alguien que puede hablar más alto que los demás, esos son los Opeth.
De Narmast Sorjande arranca con unos coros y una atmósfera que roza lo oriental con un trabajo de batería impecable. Imagínate a los Led Zeppelin más étnicos mezclados con elementos de los Deep Purple en su MKII y con ese rollo psicodélico que roza desde el Krautrock pasando por el Proto Metal de bandas que fueron olvidadas como los Sudden Death o los Vulcano y de nuevo esa parte acústica que aparece cuando menos te lo esperas.
Es un trabajo para saborear poco a poco, no entra a la primera pero es que siempre sucede lo mismo con los buenos álbumes. Minnets Yta es el momento más pausado de todo el trabajo con un piano acompañando al cantante muy en la línea de las baladas de los Judas Priest del Sad Wings of Destiny…. ¿Los superan? Por supuesto que no, está a mil millones de kilómetros de la obra maestra de los ingleses pero es de lo más digno que escuché en mucho tiempo y lo que más se acerca.
Charlatan pasa por ser el tema más progresivo de todo el trabajo aquí sí que es una muestra de poder por parte de su guitarrista y qué pedazo de acompañamiento por parte del teclado. Nunca le resta protagonismo a la guitarra lo que hace es fortalecerle con una atmósfera oscura, rock progresivo y mezcla de Krautrock con Space Rock.
Ingen Sanning Ar Allas es el tema más sinfónico de todo el trabajo, es cierto que tiene belleza pero le falta melodía y te corta un poco el rollo. Banemannen no te va a entrar y en una primera escucha te va a parecer un puro relleno pero a medida que van pasando las escuchas te va a acabar hipnotizando. Es cabaret, es Jazz Fussion, es Krautrock, es puro drama sueco y del bueno.
Kontinuerlig Drift arranca con un ritmo de batería que va creciendo poco a poco y sacan de la chistera una bossa nova, aquí ya me levanto del asiento y tecleo de pie y me saco mi sombrero si lo tuviera puesto porque esto es lo que te hace seguir adelante haciendo reseñas, las bandas que son creativas. Allting Tar Slut es el final que se merecía este trabajo con una de las atmósferas más psicodélicas y de pesadilla que escuché en mucho tiempo, valdría para cualquier parte del Exorcista.
Acabo como empecé la reseña de los Opeth ya no hay nada que decir, cuando uno es un maestro, se calla y aplaude. Unas veces más acertados que otras, no entra tan fácil como otros álbumes suyos de rock progresivo pero es lo más ambicioso que han elaborado y uno de los álbumes más prolijos en detalles que escuché en mucho tiempo, pura música de cámara con elementos de música clásica, bendecido por una oscuridad que no sé de dónde sale y con un Jazz Fussion tocado con Smoking y chistera puesta… del club del Listen or Die!