THE RIVEN – The Riven (2019)

Rate this post

1. The Serpent (3:31)
2. Far Beyond (4:47)
3. Edge of Time (3:28)
4. Shadow Man (3:59)
5. Finnish Woods (5:29)
6. Fortune Teller (4:51)
7. I Remember (5:10)
8. Leap of Faith (3:14)
9. Sweet Child (5:54)
.

Totta Ekebergh – Vocals
Arnau Diaz – Guitar
Max Ternebring – Bass Guitar
Olof Axegärd – Drums
Los suecos The Riven debutan con este álbum pero antes de empezar a contaros un poco cómo suena quiero compartir con vosotros unas notas acerca del grupo y cómo se gestó todo esto. Lo primero que me llamó la atención es que siendo suecos se hayan venido a Madrid a grabar el disco. Pero ya en 2016 habían grabado sus primeras cinco canciones incluidas en el ep Blackbird, que por cierto llamó la atención de mucha gente, así que este disco debut era más que esperado. Como una metáfora de la versatilidad de este grupo, al año siguiente se trasladaron a Suecia donde parece que se encuentran muy a gusto trabajando, aunque la temperatura no sea tan agradable como en la Barcelona del guitarrista. Hechas un poco las presentaciones me meto en harina, que ya hay ganas de comentar el disco.
The Serpent arranca con unos acordes que tienen todo el sabor del rock de los sesenta de bandas como Thin Lizzy, con un toque también de sicodelia que también transmite la voz de la espectacular Totta. No perdáis de vista el espléndido trabajo en los bombos que le da versatilidad, frescura y el toque progresivo al tema. En la pausa incluso se permiten meter riffs que suenan ambientales a lo Black Sabbath, como podéis comprobar toda una amalgama de sonidos, eso sí, siempre de sabor clásico, pero con una mezcla en proporciones exquisitas.
Far Beyond tiene un inicio lento y ambiental con la voz como protagonista, las vibraciones de puro rock arropándola, a medida que van pasando los segundos la canción te va envolviendo con más capas de sonido. Me encanta la vibración de rock con alma al estilo The Cult que le meten en los momentos de pausa, al igual que el punteo, de la escuela Duffy, es decir, primando la emotividad. Le dan su punto progresivo al tema con los riffs posteriores. Sin duda un tema que puede trasladar muy pero que muy lejos.
Edge of Time es un rock con connotaciones blueseras y hasta diría que algo gospel incluso gracias a la multipersonal voz de su vocalista, rock británico añejo a tope, con un estribillo de esos que no se olvidan, acierto tras acierto.
Shadow Man es un tema donde meten excelentes melodías que encajan dentro de la vertiente heavy rock de la new wave, con esa ambientación y magia enigmática que siempre fueron la seña de identidad de las bandas de ese movimiento, esto cobra su máxima expresión en la pausa con la voz preparando un punteo tan clásico como el propio tema. Y qué decir de Totta? Sin duda la que lleva el espíritu del tema y que me recuerda a la magia que desplegaba Sean Harris en uno de los discos más alabados de todos los tiempos del heavy británico.
Finnish Woods contemporiza el ritmo del tema y de nuevo la coordinación de la banda es perfecta entre el auge de la voz, los cambios de ritmos y la armonía de los riffs. Una balada mágica donde parece detenerse el tiempo y el mundo. El estribillo es tan infeccioso que no te lo podrás sacar de la cabeza en varios días. Y qué decir del cambio de ritmo con sonido rockero setentero sabbathiano? Realmente espectacular y Díaz tomando protagonismo, justo lo que pedía el tema. Temazo absoluto, como diría Vpower.
A estas alturas del disco me digo a mi misma que en algún momento tendrán que bajar un poco el listón y mostrarse menos inspirados, porque no puede ser que mantengan este ritmo demoledor. Fortune Teller es una pista de rock blues que suena muy clásica, con todas las piezas en su sitio, pero que no suena tan fresca y sorprendente como los temas anteriores, ya me quedo tranquila, son humanos. Eso sí, me sigue encandilando la voz heavy rockera de Totta Ekebergh. La pausa ambiental progresiva, sin embargo, nos reconcilia con las sensaciones rockeras progresivas que habían ido plantando hasta ahora y vuelven a sembrarme de dudas sobre su condición terrenal.
I Remember es la canción más bluesera de todo el disco, servida en bandeja para que una vez más Totta despliegue todo su caudal de voz y sensibilidad, y no desaprovecha la ocasión. Sin embargo, en cuanto a esquema es el tema más previsible de todo el disco, aunque esté realizado con un gusto exquisito. Leap of Faith contrasta con su predecesora por su ritmo vivo de rock clásico, sus destacadas líneas de bajo y las melodías de voz, y como no podía ser de otra forma el tema acaba desmelenándose por completo.
Por desgracia el disco llega a su fin con Sweet Child, será una referencia velada a la mítica canción de los Guns? La respuesta es no, es otro tema de rock blues, aunque si quieres rizar el rizo puedes buscarle un hilo de conexión con el uso del wah en la guitarra, pero esto es puro rock clásico con acento bluesy y especiado con notas soul en la voz, espectacular.
El grupo suena compacto como una piña, suena clásico pero sin resultar repetitivo o excesivamente revival. Tienen a su favor en cuanto a frescura el punto progresivo ambiental que le dan a los temas. Pero sobre todo tienen un diamante bien pulido que se llama Totta y creo que son conscientes de ello, porque aquí lo que prima es el rock y el feeling, en eso son imparables.