BLACK SABBATH – Cross Purposes (1994)

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1. I Witness – 4:56
2. Cross of Thorns – 4:32
3. Psychophobia – 3:15
4. Virtual Death – 5:49
5. Immaculate Deception – 4:15
6. Dying for Love – 5:53
7. Back to Eden – 3:57
8. The Hand That Rocks the Cradle – 4:30
9. Cardinal Sin – 4:21
10. Evil Eye – 5:58
Tony Martin – voz
Tony Iommi – guitarra
Geoff Nicholls – teclados
Geezer Butler – bajo
Bobby Rondinelli – batería
cross purposes 2Soy una fanática de la era Martin con los Sabbath, después de la patada que le dieron a Tony Cat Martin, para repescar de nuevo a Dio, la fórmula no cuajó y Iommi volvió a llamar a Martin, el cuál ha trabajado mucho, y sigue incansable en muchos proyectos paralelos… pero cuando le llama Iommi, nunca le dice que no, por muchos feos que le haya hecho… que se los hizo. De hecho Martin y Iommi van a volver a colaborar para la reedición de sus álbumes y puede que compongan algún tema más.
Pero en la cabeza de los metaleros quedan para siempre estos 5 trabajos. Es el álbum más cañero de la era Martin. Y tenemos los ingredientes típicos de la época, Iommi vs Martin, la fórmula que funciona: Riffs oscuros y cargados de True metal y muy épicos, y como siempre la magia de Martin, uno de los cantantes más elegantes del planeta metalero… obviamente no está a la altura de clásicos como Headless Cross, Tyr, Eternal Idol… incluso prefiero al Forbidden antes que este Cross Purposes, pero tiene un buen puñado de temas.
I Witness empieza con un tema rápido y cañero marca de la casa, para meternos en faena. Pero es a partir de Cross of Thorns, cuando sentimos la magia absoluta de la banda. Un medio tiempo glorioso, dividido en 3 secciones, con una parte acústica muy oscura, con esos riffs cargados y lentos, dando caña y el final rápido, absoluto temazo, rebosante de energía e intensidad, y cierta melodía.
Psychophobia es un intento de los Sabbath de amoldarse a los nuevos tiempos, esta década de los noventa, que descolocó a todas las viejas glorias y hacer un tema más moderno. Para ello tiene un gran protagonismo Rondinelli, gran batería, riffs más modernos de Tony y un trabajo vocal más agresivo, destaco las paradas rítmicas donde entra en juego Geoff Nichols que sirve en bandeja a Martin una melodía majestuosa.
Virtual Death es lo que los fans de la época Ozzy quieren escuchar. Un tema típico de Sabbath de los de toda la vida, doom pesado y lento, creciendo en intensidad poco a poco, el mismo Tony doblándose las voces, sin necesidades de coros ni de efectos de estudio, a lo Halford. Un tema que rebosa maldad por los cuatro poros, con unas paradas oscuras, muy atmosféricas, con un Tony que en este tipo de temas, tampoco desentona, un cuatro por cuatro.
Inmaculate Deception un tema a caballo entre los 70, y el hard rock, tiene el mismo espíritu que el otro tema, esas raíces doom, pero más orientado hacia el hard rock, donde Nichols es protagonista con sus teclados dando atmósfera, base rítmica cañera y Tony cantando en tono baladístico, gran contrapunto, la magia absoluta llega cuando arranca el tema muy speedico, cojonudos esos arranques que tiene el tema, con un final en el que Tony se desgañita.
Dying for Love un temazo que contiene acústicas y bajo para iniciar el tema, arranque suave con teclados en un plano secundario casi sin hacerse notar, los punteos no son los puntos fuertes de Iommi, pero en cuanto a riffs siempre fue un genio, además en este álbum Geezer Butler es muy protagonista. Excelente balada, muy ambiental, atmosférica, típica de los Sabbath, melodías apagadas y oscuras, subidita de tono, punteo épico, acaba por todo lo grande, elegancia por los cuatro costados.
Back to Eden es quizás el tema más flojo del álbum, riffs machacones, que esta vez no son tan inspirados, salva el tema Tony Martin con un buen estribillo que no tiene que ver mucho con el tema, y su elegancia vocal.
The Hand That Rocks to Cradle de nuevo la lían con un medio tiempo, que tiene un comienzo de balada precioso, y arranca con energía y mucha épica, in crescendo en escalas y en el registro vocal, un riff muy rockero de raíces blueseras, típico de Iommi, un tema con muchas partes, balada, caña, muy bueno.
Cardinal Sin, un tema clarísimamente del estilo del Eternal Idol, así que gran tema. Y cierran con un tema lento marca de la casa Evil Eye.
Quizás es el peor álbum de la era Martin, porque ya sé que todos consideran el Forbidden el peor de todos, pero yo soy una defensora a ultranza de ese álbum y os espero con Forbbiden en la siguiente reseña.