Ya llovió desde su primer lanzamiento, han pasado once años pero ellos tenían una idea que han ido desarrollando con el paso de los años sin que nadie les regale nada. Y les costó mucho debutar por cierto. Es una banda procedente de Berriozar, una región de Navarra. Cantan en Euskera desde su creación, interesante porque eso les imprime de carácter. Al cabo de tres años debutaron con una demo de forma independiente de título homónimo que contenía doce temas, tres de ellos instrumentales, una demo que me resultó imposible de conseguir si no la reseñábamos.
En sus primeros tiempos eran una banda de Rock alternativo mezclado con Nu Metal cantado en Euskera, ahí queda eso, con momentos frescos, aunque algo previsibles y faltos de garra. Pero la idea está ahí y además no era la época para este estilo musical. Después de la travesía por el desierto el metal clásico volvía a estar en auge y el Nu Metal ya parecía enterrado en los noventa pero a día de hoy vuelve a llevarse los noventa que si lo piensas detenidamente, fue una década mucho más productiva que la de los noventa a nivel creativo, la historia es según quién te la cuente, así de claro.
Pero me estoy adelantando a la historia porque ya mostraron que tenían algo especial en el 2005 al ganar el XV concurso de maquetas de Euskadi Gaztea. Ese premio les permitió grabar un videoclip que emitió la ETB en sus espacios musicales. Tres años después llegó su primer álbum que fue lanzado por el sello Baga Biga, este “Taupaden Bidetik” que fue producido por Iñaki Llarena. Que tiene interés, que suena fresco por momentos pero que los veo cómodos del todo y a la larga…. la evolución musical de la banda, quizás debida a los cambios de formación, pero evolución hacia el Metalcore posterior, pues no me sorprendió ni lo más mínimo pues la vi lógica.