MARK DEUTROM – The Blue Bird (2019)

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01. No Space Holds the Weight
02. The Futurist Manifesto
03. Radiant Gravity
04. O Ye of Little Faith
05. Our Revels Now Are Ended
06. Hell Is a City
07. Somnambulist
08. Maximum Hemingway
09. Through the Ringing Cedars
10. They Have Won
11. On Father’s Day
12. The Happiness Machine
13. Nothing Out There
Mark Deutrom – Cantante, Guitarra, Bajo, Teclados
RL Hulsman – Batería
Mark Deutrom es un músico y productor de prestigio, como productor trabajó con Neurosis y Melvins y creó un sello discográfico en 1986. Así entró en contacto con el mundo Melvins y decidió pasarse a la música y fichar por la banda en 1993, digamos que entró en la banda de casualidad, por una urgencia que surgió en la banda cuando él trabajaba de productor, mismo caso que Andy Sneap con los Judas Priest y se quedó en Neurosis del 93 al 98.
Después regresó a su labor de productor y veinte años después le pica la curiosidad y se crea su propio proyecto individual. Este inglés afincado en Usa desde hace más de treinta años pues nos regala una mezcla de estilos, bastante familiarizada con el sonido Melvins.
Empezar el álbum con tres temas instrumentales solo se le podía ocurrir a Mark Deutrom, así de claro, él era el más creativo de Melvins. Encima tres temas que ninguno tiene que ver con el otro, me quedo con Radiant Gravity y su especie de Ambient/Shoegaze que algunos tendrán la tentación de tildar de Avantgarde, algo de eso también hay en el trabajo.
En O Ye of Little Faith hallamos el primer tema cantado de todo el trabajo y un Doom con un toque de Crust Punk en la base rítmica interesante, más que sonar a Melvins suena a un cruce entre Amebix y los Neurosis y esto sí que es Underground al máximo.
Se trata de un álbum completamente experimental con temas como Our Revels Now Are Ended donde solo nos encontramos con una distorsión a la guitarra que dura minutos sin más aliciente, muchas desconexiones a lo largo de este trabajo que tan solo es una colección inconexa de ideas sueltas o cabos sueltos como queráis llamarlo.
Las ideas en las que Mark lleva trabajando los últimos años, pues me quedo por ejemplo con Somnambulist porque hay un trabajo de teclados y de guitarra bastante inteligente. Es un tributo al Blues pero sobre todo al Krautrock alemán en su vertiente más vanguardista, la que trabajaba con teclados y sintetizadores y doy nombre, los Popol Vuh, que cómo no, aparecerán tarde o temprano en la sección de clásicos internacionales de Metalbrothers.es, porque vamos a reseñar absolutamente todo.
Maximum Hemingway no tiene ni pies ni cabeza pero al menos Through the Ringing Cedars nos devuelve a la labor experimental, una mezcla de Doom con un Fuzz tan cargante y atonal que se instalan en el Noise. De nuevo buscando el sensualismo del saxofón como colaboración y del Blues con un acompañamiento progresivo en They Have Won y ganando enteros con el Avantgarde y Ambient suave de On Father’s Day, lo más destacado de este trabajo.
Son ideas sueltas sin más. Seguramente temas que se quedaron en el tintero en tantas y tantas horas muertas que hay en el estudio de grabación, sin más historia. Es como el resumen de la idea que tiene este hombre de la música, muy variada y tiene buenas ideas por cierto, pero lanzó este álbum sin darle una forma concreta y es un producto destinado al consumo underground, tan solo para curiosos.