MEDINA AZAHARA – Dónde está la luz (1993)

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1. A toda esa gente
2. Palabras de libertad
3. La luz de mi camino
4. La tierra perdida (O.U.A.)
5. No quiero pensar en ese amor
6. No necesito palabras
7. Tu mirada
8. El pozo de mi sed
9. Miedo a despertar
10. Dame tu mano
11. Otoño
José Miguel Fernández – Bajo
Manuel Reyes – Batería
Francisco Ventura – Guitarra
Manuel Martínez – Cantante
Pablo Rabadán – Teclados
Último trabajo de Pablo Rabadán en el teclado y siguen los tiempos de gloria para Medina Azahara que en estos noventa sacó una trilogía de álbumes de enorme popularidad y en el que basan sus directos hoy en día. A toda esa gente es un tema que habla sobre la gratitud con un teclado excesivamente pomposo pero es un tema alegre que funciona y que siguen tocando en directo.
Palabras de libertad vuelve a estar basado todo en el teclado con una ligera distorsión en la guitarra y buscando el estribillo melódico donde Manuel Martínez siempre se muestra tan brillante, son temas que le quedan como anillo al dedo. La luz de mi camino es un medio tiempo con buenos arreglos acústicos, una balada donde sale toda esa esencia andaluza y donde se dispara el genio de Ventura a la guitarra solo que está demasiado orientado hacia el Pop. La tierra perdida (O.U.A.) es un corte que sigue la estela de temas como Necesito respirar y Velocidad, buscan un poco de esencia andaluza, algo de rock básico a lo Deep Purple, muchos teclados para darle un aire Aor y un ritmo al galope de lo más sencillo para tirar de un estribillo repetitivo, un tema que se conoce todo el mundo, el clásico canto pacifista.
No quiero pensar en ese amor es un tema que no me convence demasiado pero que en el directo siempre sale ganando pues lo alargan como un chicle y Ventura se luce y le dan un aire progresivo con el teclado. No necesito palabras pone un poco de garra al trabajo que hasta ese momento sonaba excesivamente melódico, hay buenos momentos de un blues rock en un plano secundario que aportan alegría al tema. Nueva balada con Tu mirada, más de lo mismo, ellos tienen su fórmula para las baladas y siempre tiran de ellas, les funciona, al público les gusta pero suenan excesivamente lineales en el caso de esta balada le dan un leve toque sinfónico y neoclásico a la guitarra.
El pozo de mi sed es el tema que contiene el mejor solo de guitarra de todo el trabajo y además tiene una atmósfera oriental recreada con el teclado espectacular es como regresar a la esencia de los tres primeros álbumes de los Medina, tan influenciados por Guadalquivir y los Triana, nunca se olvidaron de sus orígenes. Miedo a despertar es un tema bastante menor pero aún así cumple su papel, un rock genérico sin más historia. Cierran el trabajo con Otoño una nueva balada que contiene un gran estribillo. Un disco que entra a la primera y que contiene los temas más adictivos de la banda, a nivel de popularidad, ventas… puede que se trate del trabajo más logrado de esta banda.