OBÚS – Prepárate (1981)

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1. Va a estallar el obús
2. Cállate
3. La Escalera
4. Dosis de heavy metal
5. Petrodólares
6. Pesadilla nuclear
7. Préstame Amigo tu Cabeza
8. Sólo lo hago en mi moto
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Fructuoso Sánchez, “Fortu” – Voz
Francisco Laguna – Guitarra
Juan Luis Serrano – Bajo
Fernando Sánchez – Batería
En los primeros meses de 1980 dos jóvenes madrileños, Juan Luis Serrano y Francisco Laguna, bajista y guitarrista, que ya coincidieron en otras formaciones como Red Box y Madrid 20, deciden formar Obús. Ganaron el festival de rock de Villa de Madrid 1981 y telonearon a Barón Rojo. Al poco tiempo grabaron “Prepárate”, producido por el fallecido Tino Casal. Este álbum los lanzó al estrellato, ya que la canción que da nombre al disco, llegó a ser número 1 en la emisora 40 principales. El 6 de noviembre de 1981, el grupo presentó el disco en un concierto que tuvo lugar en el Pabellón Deportivo del Real Madrid, en el Paseo de la Castellana.
Prepárate es mi disco favorito de los Obús, siempre tuvieron fama de banda de hits, es decir dos o tres hits por álbum y 7 rellenos, y tengo que decir que la fama es bien merecida. Sólo fueron una banda regular en sus dos primeros trabajos, donde quizás tocaron algo más profundo que el rock facilón que tocarían a partir de su tercer trabajo.
Los Obús consiguieron situarse en número 1 de los cuarenta principales con Va a estallar el obús, ¿qué banda española ha conseguido eso? y más en los ochenta, yo le veo cierto mérito.
Se les nota la juventud por los cuatro costados, las ganas de comerse el mundo que tenían y sobre todo las influencias. Como una banda de principiantes, de adolescentes, ellos tienen a sus ídolos, y les plantan tributos por doquier en un solo, en un ritmo, influencias de diferentes estilos que van desde Ted Nugent, pasando por Gary Moore, etc, es una banda rockera.
No voy a comparar a Obús con los Barón Rojo, porque me parece injusto a todas luces, no jugaban en la misma liga. ¿Obús y Barón Rojo las mejores bandas nacionales? para nada, simplemente las más conocidas sin más.
Obús practica un rock and roll, facilón, que si boogie por aquí, que si algo de blues, que si rock and roll clásico por aquí, y quiero decir que hay ramalazos de música pop-rock, están muy enraizados también con la cultura popular española, en cuanto a letras y también en música, lo cual hace sencillo entender porqué triunfaron incluso en los cuarenta criminales, como le llamaban los heavys, tiene miga.
Sorprendente la producción de este trabajo, la verdad, con todos los instrumentos audibles. Francisco Laguna no me parece un guitarrista top, ni muchísimo menos, diría simplemente cumplidor, pero estamos ante su mejor trabajo. La distorsión de Va a estallar el obús, el clasicismo de los riffs, rock boogie, rock blues, nwobhm, raimbow….. solos minuteros con aún ese resquicio de aires setenteros…. ahí está la magia de este trabajo, la verdad es que la guitarra en este trabajo, es muy divertido.
Siempre se habla de la voz de Fortu, como el mejor cantante de metal español….. si yo pienso en los ochenta, se me ocurren unos cuantos cantantes mejores que tito Fortu. ¿Qué buscamos en una voz? yo busco personalidad: Jonathan Dolcet de Legion, busco emotividad y técnica: Tony de Sangre Azul, busco potencia: Máximo González de Tritón, para mi esos 3 son superiores a Fortu.
Fortu tiene potencia, tiene gancho en su voz, y sobre todo es un auténtico showman, que engancha mucho en el directo. Pero no sólo quiero acordarme de él, la guitarra de Laguna se sale, el bajo de Serrano es muy audible, quizás la batería de Fernando le falta pegada, es muy rockera.
Uno de mis temas favoritos es Petrodólares, tema comprometido, aún actual, con un ritmo de rock rápido y con un estribillo sorprendente, con un solo cojonudo y Fortu variando de registro, para mí, uno de los mejores temas de Obús de siempre.
Hay temas que tienen esa magia setentera como La Escalera o Petrodólares, ese rollito híbrido entre rock setentero y rock metal de los primeros ochenta. O la magia de Dosis de heavy metal, con ese riff transcendental del inicio. Es sin duda el álbum más creativo de los Obús, el menos rock party y el más elaborado, merece un hueco entre los mejores álbumes del rock metal estatal.