Leyenda galaica donde las haya. A finales de 1981 los Siniestro Total grabaron una maqueta con doce canciones, a finales de enero del año siguiente, Julián Hernández le dio la cinta a Jesús Ordovás que trabajaba en Radio 3, presentaba un programa musical que se llamaba Esto no es Hawaii. El tema Ayatolah! causó estragos entre los oyentes y se hicieron famosos de la noche a la mañana.
Gracias al éxito en radio 3, Siniestro Total pudieron grabar su primer trabajo. Se decía que los temas habían sido grabados en directo en un inexistente club botafumeiro de Vigo, la grabación la hizo el propio Julián Hernández en su casa con un cuatro pistas Tascam que le regalaron sus padres en navidad. Se editaron 5000 copias convirtiéndose en el trabajo más vendido del Punk español de la época.
Chavales de 14 años que salieron del instituto alemán de Vigo que se compraron un instrumento y tocaban en casa, que un día se encontraron con Germán Coppini en un bar de Vigo, el único de ellos que tenía estética Punk (y eso que de Punk no tenía nada, solo hay que ver la carrera que hizo después, era un poeta). Así son los inicios de una banda que hizo historia.
Germán Coppini se convirtió de la noche a la mañana en un icono de los ochenta y de la Movida, en su esencia más salvaje, sobre todo en estos inicios. La banda sobrevivió a la rápida marcha de Coppini de la banda y lograron una carrera de lo más sólida. El caso es que estos son los inicios de una banda que hizo historia a nivel nacional no solo a nivel gallego.
Estaba la democracia en pañales y ellos se atrevieron a matar hippies en las Cíes, les pico un huevo porque más valía ser Punky que maricón de playa porque lo único que contaba para ellos era bailar sobre nuestra tumba con zapatos de claqué. Es una banda que llamó la atención desde el primer momento que quería hacer algo diferente. Influenciados por Sex Pistols, The Clash y Ramones pero la versión galaica… el resultado fue simplemente explosivo.