VIRUS – Contagio (2019)

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01. Sacrifício
02. O Eremita
03. Matthew Hopkins
04. Povo do Céu
05. Batalha do Setor Antares
06. Ignis
07. (MCMLXXXI) Metal Pesado
08. Sinos Negros
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Fernando Piu – Guitars
Renato RT – Guitars
Flávio Ferb – Vocals
Guilherme Boschi – Bass
Lucio del Ciello – Drums
Seguimos con la fiebre revival y la vuelta de una banda brasileña de los años ochenta. Son los Virus una banda de Sao Paulo creada en 1982 y que lo único que publicó fue un Split, pero no uno cualquiera, el mítico S.P Metal de 1984 publicado por el sello Barato Afins en el que participaba aparte de Virus, bandas como Centúrias, Salario Mínimo o Avenger, los pioneros y los míticos del Metal clásico carioca.
Vuelven a la carga y de forma independiente editan el que es su primer álbum y seguramente estos temas ya estaban compuestos desde los años ochenta. Sacrificio es un tema de esencia rockera donde hay un buen trabajo de batería y donde se extienden con el solo de guitarra, le echan chispa.
O Eremita es un tema que roza los ocho minutos de duración. Inicio melódico y acústico siguiendo la estela del Epic Metal y también de los Iron Maiden para luego buscar los redobles de batería y un riff que te llenará de épica y de aroma clásico ochentero, recordando a bandas tan míticas como Commander, Manilla Road o Warlord, lo más clásico.
Siguiendo esa estela clásica y épica con Matthew Hopkins, donde llega un cambio de ritmo bastante creativo a golpe de bajo para luego imprimirle velocidad, quizás en el terreno del Speed Metal les falta algo de agresividad y pegada.
Povo do Céu es otra carta que se guardaban en la manga, tratando de buscar un estribillo más comercial y la herencia del metal inglés, recordando a los primeros tiempos de los Saxon, todos los temas resumen esa idea, el metal clásico de unos músicos veteranos que saben lo que se hacen. Batalha do Setor Antares con inicio acústico y de nuevo lento y épico para buscar como siempre la aceleración, no te sorprende pero no desagradan ni aburren en ningún momento pues saben como echarle un extra de picante al solo de guitarra en este tema.
Vuelven a repetir el esquema con Ignis, en esta ocasión con inicio acústico y es el más logrado de todo el trabajo pues consiguen sonar con melodía y adictivos para luego buscar un medio tiempo donde tiran de cierta oscuridad emulando a Mercyful Fate o a Candlemass en las partes más lentas para que luego la guitarra solista esculpa el solo minutero sobre el que pivota el tema. (MCMLXXXI) Metal Pesado hace honor al título del tema y tiran de un metal mucho más pesado gracias a su distorsión.
Dejan para el final un tema de nueve minutos de duración como es Sinos Negros donde de nuevo todo el protagonismo recae sobre su guitarrista. Es un buen disco y no es una vuelta cualquiera aprovechándose de su etiqueta de banda de los ochenta que tanto gusta hoy al público, han vuelto con un trabajo elaborado y con buenas ideas.