01. Phoenix Rising
02. D.N.A. (Demon and Angel) (feat. Elize Ryd of Amaranthe)
03. Zero Gravity
04. Fast Radio Burst
05. Decoding The Multiverse
06. Origins
07. Multidimensional
08. Amata Immortale
09. I Am [feat. Mark Basile | DGM]
10. Arcanum (Da Vinci’s Enigma)
11. Oceano (feat. Sascha Paeth of Avantasia & Arne Wiegand of Santiano)
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Alex Holzwarth – Batería
Dominique Leurquin – Guitarra
Luca Turilli – Guitarra, Teclado
Fabio Lione – Cantante
Patrice Guers – Bajo
Tenemos dos Rhapsody en uno como tenemos dos Queensrÿche, dos Tank, dos Saxon… etc. En 1993 se creó Rhapsody que creó una corriente nueva dentro del Power Metal sinfónico, banda de enorme éxito por la que han pasado enormes músicos de talento innato. El teclista Alex Staropoli es el que se quedó con el nombre de la banda y contrató nuevos músicos.
Han sacado nuevo álbum y claro, sus ex Turilli y Lione, pues aprovechan esta ocasión que te presenta el mercado (siempre pasa lo mismo) para lanzar también su álbum de debut, puede ser un arma de doble filo y acabar saturando a los fans, porque ambas bandas suenan muy similares.
El caso es que yo considero que aunque los Rhapsody, ahora rebautizados como Rhapsody of Fire han sacado un buen álbum en este 2019, el talento se lo quedó Turilli, porque es un genio a la guitarra las cosas como son, solo hace falta escuchar los solos de Phoenix Rising, al que me sobran kilos y kilos de maquillaje pero si nos quedamos con lo esencial, el trabajo de guitarra, se puede decir que hay muy pocos guitarristas con este nivel, Michael Romeo de Symphony X y poco más.
Desde que Luca Turilli abandonó Rhapsody estuvo toda su carrera sacándole jugo a ese nombre, está en su derecho. Creó la banda Luca Turilli’s Rhapsody con la que sacó dos largas duraciones y un álbum en directo, a Fabio Lione desde que dejó Rhapsody no le va nada mal. Unió sus fuerzas con Conti para sacar un álbum conjunto, desde el 2013 es el cantante de Angra … interesante su paso por Laberynth, Rhapsody o Vision of Divine, lo más granado del Power italiano.
Ahora Turilli rebautiza el nombre de su banda porque llega alguien carismático con un nombre a su altura, pero es lo mismo de siempre, otro disco más de Rhapsody con ex miembros o miembros, da igual no vamos a hacernos la picha un lío porque el que es fanático de Rhapsody escucha a las dos bandas.
Con el tema D.N.A. (Demon and Angel) me vuelve a suceder lo mismo, demasiado recargado en la producción pero el solo tan melancólico y acelerado vuelve a ser de primera. Zero Gravity es un tema más teatral y sinfónico y apoyado con coros femeninos para buscar el subidón con un solo de guitarra que tiene esencia de Rainbow y atmósfera cinemática. Fast Radio Burst muy en la línea de los Avantasia y aquí entra el debate de quién fue antes si el huevo o la gallina pero los Avantasia son la banda de moda ahora mismo y todos siguen sus pasos.
Decoding The Multiverse, interesante riff enérgico muy épico con una distorsión y una labor en la producción quizás excesiva, siempre buscando el pasaje melódico y sinfónico con influencia de la música clásica, de todos los estribillos quizás el menos adictivo.
Tiene el trabajo en sí una esencia de Power Metal a lo Helloween en algunas fases de los estribillos pero siempre nos sorprenden con su mundo progresivo como en Multidimensional donde el teclista deja su primera gran huella.
Piano para empezar en el corte Amata Immortale, una especie de balada lenta con aire sinfónico y emparentada lejanamente con la ópera italiana, se hace muy pesado, te corta el ritmo y tarda un mundo en arrancar y hacerse más vistosa.
I Am… eurometal en vena de lo que se lleva hoy en día, me olvido de todo y me centro en el Shred en el solo de guitarra, técnico, vigoroso, entusiasta, creativo, sin caer en la egolatría de los típicos “Guitar Hero” como Yngwie y es que Turilli, que es el gran protagonista del álbum, muy por encima de Lione, nos deja un auténtico show a las seis cuerdas, él siempre al servicio de su banda.
Arcanum (Da Vinci’s Enigma) tema sinfónico con voces de tenor dobladas y Oceano balada eurovisiva donde las haya, un final un tanto comercial y desprovisto de originalidad que lastra un poco el resultado final. ¿Compararlo con el nuevo de Rhapsody? Inevitable, pero hay que ser justo, el fuera de serie está en esta banda.