BATTLESWORD – And Death Cometh Upon Us (2019)

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1. Into Battle
2. Bloodmorning
3. Serpents Amongst Us
4. Smothered
5. Through Thy Shadows
6. Ageless I’m Reborn
7. Falling into the Arms of Morpheus
8. The Lion and the Eagle
9. Once
10. At Night They Feast
Axel Müller – Gesang
Christian Schmitz – Gitarre
Micha Klingen – Gitarre
Ben Bays – Bass
Andreas Klingen – Drums
Banda alemana que lleva ya veinte años en esto, se dice pronto pero hay que caminarlos, sin embargo ello no se traduce en una discografía tan amplia como cabría suponer, de hecho este que os voy a comentar es su tercer disco.
Comienzan con una intro que parece más orientada al tema sinfónico y de aventuras que al death melódico que dicen que practican. Con Bloodmorning sí que nos adentramos ya en el sonido que te puedes esperar de un grupo de este estilo, y de buenas a primeras te recordarán a cierto grupo… esto es como la hamburguesa vegetal del burriking, de verdad los puedes distinguir de los Amon Amarth?
Serpents Amongst Us es más de lo mismo pero con un punto más de fuerza en la base rítmica, que ciertamente se agradece, sin embargo con los riffs no se han complicado lo más mínimo, pero al menos el tema acaba ralentizado que es algo que no te esperas en principio. Groove a tope en Smothered, siempre buscando la melodía que enganche con facilidad, siguiendo la estela de los suecos, aceleraciones puntuales, aquí y allá, pero me sigue faltando un sonido más rudo y una voz más cruda.
Through Thy Shadows hasta se puede parecer a unos Arch Enemy, sacando la voz que siempre dirigen hacia ese rollo viking comercial, pero las guitarras son predominantemente melódicas y limpias. De todas formas y en comparación con pistas anteriores es un tema más elaborado y con más requiebros. De vez en cuando juegan a endurecer el sonido y sonar más brutos, es el caso de Ageless I’m Reborn, con sus amagos de grind y blasts, pero claro es solo una pantalla porque luego vuelven en cuanto pueden al sonido viking melódico, aún así hay que concederles el punto positivo de que le da un matiz diferente al tema.
Tenemos también medios tiempo donde se recrean un poco más en la épica del riff como Falling into the Arms of Morpheus, jugando con los cambios de ritmo para hacerlo un tema de esos de puño en alto, un recurso que suele funcionar bien en directo pero que si llevas ya muchos discos encima pues te pilla un poco indiferente, igual que el groove que se gastan. Inicio acústico para The Lion and the Eagle, que es un tema con un estilo más a lo Dark Tranquility, un poco más de técnica en los riffs y de elaboración en los ritmos.
Vuelta al sonido más melódico con Once, estos alemanes no podrán presumir de ser los tipos más imaginativos del mundo, pero al menos hacen las cosas correctamente y si no pides exquisiteces son temas que te valen para pasar el rato sin mayores pretensiones. Final con At Night They Feast, quizás el tema más rudo de todo el disco, pero que no acaban de apuntillar de todo y se queda un poco a medio camino. Sin duda el punto más flojo es la falta de un sonido propio, la típica sensación de que has escuchado estos temas antes, y como principal ventaja que son canciones que entran fácil para el oído poco exigente o que no busque complicarse.